La sucesión es el reto definitivo para cualquier empresa familiar. No es un evento puntual, sino un proceso que, según Alfonso Chiner, debe planificarse con tiempo.

Chiner, profesor de Empresa Familiar en el IESE, socio director de FIBAC y consultor de Empresa Familiar, participó recientemente en el ciclo “Agenda Desafíos AEFA”, organizado por la Asociación de Empresa Familiar de Aragón para dar respuesta a los tres pilares de interés detectados en las encuestas realizadas a los asociados.

Durante la sesión, el asesor especializado en empresas familiares desgranó las claves para garantizar la continuidad de las compañías.

Proceso complejo y duradero

Los procesos de sucesión son complejos y duraderos, advirtió Alfonso Chiner, porque implican cambios en diversas facetas: desde la sucesión en la propiedad (cómo se reparten las acciones), al gobierno de la empresa (quién forma el consejo de administración), la dirección (quienes ejercen la dirección y cómo se reparten las áreas), el liderazgo tanto empresarial como familiar con un fuerte componente emocional y en la visión de futuro para definir hacia dónde va la compañía.

Crear un entorno de convivencia

Chiner incidió también en la necesidad de “construir una buena cohabitación generacional para lograr consenso y avanzar”. Con generosidad y humildad, establecer un marco de reglas y criterios claros reflejados en el protocolo familiar, con una gobernanza fuerte a través del consejo de administración y del familiar y con una hoja de ruta definida en calendarios e hitos concretos. Recalcó que, para lograr esta convivencia, las cuatro partes (predecesor, sucesor, empresa y familia) tienen que tomar parte y colaborar.

  • Los predecesores, siendo conscientes de qué tipo de líder son para así determinar el tipo de transición, sensible a sus “irrenunciables” que les ayude a ceder el timón.
  • Los sucesores deben demostrar que tiene preparación, un plan personal y motivación para tomar el testigo.
  • La empresa debe prepararse también, separando las funciones y niveles de decisión entre la propiedad, el gobierno y la dirección.
  • La familia, a través del Consejo de Familia, actuando como mentor y facilitador, diseñando planes de carrera adaptados a los intereses de la generación joven.

Para Chiner, poner en marcha este proceso requiere tiempo, pero no puede dejarse para el último momento. La anticipación no solo asegura la continuidad del negocio, sino que tranquiliza a todos los stakeholders (empleados, clientes, proveedores) y preserva la unidad de la familia.

Experiencias y visiones sobre la sucesión

Tras la intervención de Alfonso Chiner, la sesión continuó con una mesa redonda sobre “Experiencias y visiones sobre la sucesión” en la que participaron Álvaro Solans, presidente ejecutivo en Grupo Pikolin; Alberto López, director general en Chemik Group; y Belén Almudévar, directora adjunta en Agropal.

Jorge Esteban, director gerente de la AEFA, dirigió el diálogo en el que los tres directivos compartieron sus experiencias personales “demostrando que la sucesión no es un trámite ni un relevo administrativo; es un proceso humano, a veces complejo, siempre profundo, que marca el destino de las compañías y la cohesión de las familias”.

En la conversación, se hizo un recorrido por todas las etapas y momentos que vivieron durante el proceso de sucesión. Desde la primera conversación en la familia sobre el tema, a las diferentes herramientas utilizadas en cada caso, desde el protocolo familiar, al consejo de familia, el plan de desarrollo o las mentorías. Se abordaron también los momentos críticos y los errores, así como los retos a los que se enfrentaron una vez que se produjo la sucesión: lograr un equilibrio entre legado y cambio, cómo aportar un estilo personal y generar confianza en el equipo, cómo construir un liderazgo nuevo.

Como recordó Esteban, se trata de un proceso al que todas las empresas familiares se enfrentan antes o después y que, como destacaron los tres participantes, es “totalmente generoso por parte del fundador a la hora de ceder el testigo”. Compartir esta experiencia permite abordar este momento de gran responsabilidad, que el sucesor puede vivir con cierta “vulnerabilidad y sensación de vértigo, pero al mismo tiempo con gran orgullo”.

Los siguientes temas tratarán aspectos relacionados con el talento y el paso de la empresa familiar a familia empresaria.