El pasado 27 de mayo, el Espacio H de Heraldo de Aragón acogió la mesa redonda “Empresas familiares en Aragón, claves en la profesionalización de la economía española”, en la que participaron Jorge Esteban, gerente de la Asociación Empresa Familiar de Aragón (AEFA); Gabriela González-Valdés, directora general del Instituto de Auditores Internos de España; Blanca Solans, consejera de Hacienda y Fondos Europeos del Ayuntamiento de Zaragoza; María José Ballarín, consejera delegada de Obras Especiales y segunda generación de la empresa; y Conchita Garcés, directora de la Cátedra de Empresa Familiar de la Universidad de Zaragoza.

Entre los temas abordados se trató el rol del auditor interno, que tiene un papel estratégico y transformador para garantizar la sostenibilidad, la transparencia y el crecimiento ordenado de estas compañías.

El auditor interno: mirada transversal, visión estratégica

Gabriela González-Valdés, directora general del Instituto de Auditores Internos de España, subrayó que el auditor interno no solo identifica riesgos, sino que actúa como un asesor de confianza que anticipa problemas, genera orden y aporta rigor en la toma de decisiones. En un contexto donde las empresas familiares suelen crecer de forma orgánica, es habitual que “en los periodos de crecimiento, la empresa se centre en avanzar, pero también tiene que estar ordenada, porque si no luego vienen los problemas inesperados», afirmó González-Valdés. De ahí que la directiva destacase el papel crucial que un auditor interno puede tener ya que “es capaz de identificar, analizar y anticiparse a los problemas y riesgos. Además de aportar rigor, fortalece la empresa familiar y protege su legado a largo plazo”, concluyó.

Profesionalizar sin perder la esencia familiar

Uno de los grandes retos de las empresas familiares es encontrar el equilibrio entre el arraigo emocional y la profesionalización de la gestión. La figura del auditor interno encarna precisamente ese puente. En muchas ocasiones, se trata de un miembro de la propia familia o de la plantilla con una visión integral del negocio, lo que le permite conocer de primera mano sus dinámicas y desafíos.

En este sentido, González-Valdés explicó que muchas familias empresarias eligen iniciar a sus futuras generaciones en el rol de auditor interno por su capacidad para conocer toda la organización de forma transversal.

Apoyo institucional y formación: dos pilares necesarios

La mesa redonda también abordó otros aspectos relevantes, como el relevo generacional, que solo un 30% de las empresas consigue culminar con éxito hasta la tercera generación. Para mejorar esta cifra, se destacó la importancia de la formación, ámbito en el que trabaja activamente la Cátedra de Empresa Familiar de la Universidad de Zaragoza. Su directora, Conchita Garcés, destacó la contribución al empleo y la generación de riqueza de las empresas familiares aragonesas, “que está por encima de la media nacional”.

Además de la formación, disponer de un marco jurídico y legislativo que facilite el relevo es una de las reivindicaciones de la Asociación de Empresa Familiar de Aragón. Como expuso su director gerente, Jorge Esteban, se trata de proporcionar seguridad jurídica y reconocimiento fiscal, “no para pagar menos impuestos, sino para poder planificar con estabilidad y proteger el legado familiar”. Por su parte, la consejera de Hacienda y Fondos Europeos del Ayuntamiento de Zaragoza, Blanca Solans, reafirmó la necesidad de «dignificar la esencia, las capacidades y el ‘expertise’ de las empresas familiares aragonesas.

Una apuesta por el futuro

Para finalizar, Esteban expuso algunos de los datos recogidos durante la Asamblea General de la AEFA, que reflejan las buenas perspectivas de negocio que tienen los asociados: el 80% de las empresas familiares aragonesas prevé crecer en facturación e invertir en la comunidad en 2025, el 63% planea contratar más personal y “el 80% dijo que sí iban a apostar por Aragón«.

Como concluyó María José Ballarín, consejera delegada de Obras Especiales: “Sí a la empresa familiar, sí a vivirlo con orgullo, sí al arraigo a la comunidad, sí a formar a nuestras generaciones y sí a elegir nuestro legado”.